En la reseña de hoy no vamos a hablar de la Ciencia ni de en qué condiciones se realiza habitualmente. La reflexión de hoy va dedicada al colectivo de enseñantes, y de la gente que allí orbita (padres y madres, estudiantes, etc) que ya protagonizó un encierro el día 20 y que el sábado 29 saldrá a la calle para manifestarse. Bueno, en la Comunitat llevan más de 300 encierros.
Según algunas instancias del Gobierno, estamos manipulados por los secretos intereses de algunos partidos políticos y, claro, debemos permitir que Dn Alejandro Font de Mora nos maree a su antojo. Fue muy hábil al colocar la etiqueta en inglés a una asignatura que no quería incluir en los estudios de Secundaria.
¿No queremos que los estudiantes manejen un tercer idioma? Para nada, pero a día de hoy consideramos oportuno que los alumnos entiendan y manejen el ordenamiento jurídico español. Por que ¿Qué problema hay en que los alumnos conozcan ciertos detalles como el matrimonio homosexual o el aborto?
Da la impresión de que no aceptan ese ordenamiento jurídico vigente, que habla de unos derechos y no de obligaciones, y que intentan neutralizar por todos los medios a su alcance, algunos de dudosa digamos legalidad.
Y para que no sea en negativo, me hago eco de algunas reivindicaciones, como son la inclusión de la escuela infantil, el inglés en Primaria para que cuando lleguen a Secundaria dispongan de suficientes recursos lingüísticos, y las viejas reivindicaciones del mapa escolar, de acabar con los barracones, etc, etc., por no hablar de saldar las deudas a un colectivo que sigue trabajando en precario.
¿No quiere que nos manifestemos? Es sencillo, Mr Fountain of the blackberry, deje de enredar y haga las cosas como se deben hacer: Ciudadanía en valenciano o castellano, sin imponer su fastuoso criterio a los enseñantes por encima de la libertad de cátedra y con ayuda de los inspectores y de expedientes.
De lo contrario me veré obligado a explicar mi asignatura en bable.
El País 30/11/08