Hola a todos. Cuesta volver a empezar y sin embargo la Ciencia como producto de la actividad de los científicos no descansa. Mirando hacia atrás este verano paso a indicaros una serie de noticias que me han llamado la atención.
En una de ellas, dan cuenta de un estudio hecho en individuos que pasaron la famosa
gripe española de 1918, en cuya sangre perviven todavía, 90 años después, anticuerpos activos.
En otra ocasión hablan de la esperanzadora fabricación de
glóbulos rojos a partir de células embrionarias, lo que supondría el fin de los problemas de los bancos de sangre, siempre con disponibilidades muy limitadas.
También nos han contado de nuevos casos de
sinestesia y de cómo discurren algunas investigaciones sobre ¡el cerebro, ese gran desconocido!
En el territorio de la polémica entre
La Ciencia y Las Creencias, celebramos los 150 años de la aparición del artículo de Darwin y Wallace que presentaba la evolución por selección natural. Una celebración que culminará el próximo año con el aniversario de la publicación de El origen de las especies.
Sin embargo, la noticia que llega con más fuerza es aquella que habla de
reprogramar las células, de modo que con unas células cualquiera ya han obtenido en Japón y en EEUU células madre embrionarias, capaces de dar cualquier tejido. Esto supone un cambio en la manera de entender el funcionamiento de las células y, de rebote, acabará con un montón de discusiones acerca de la ética del uso de las células madre.
Confieso que tengo especial debilidad por el
blog de Pere Estupinya. El 21 de Septiembre nos cuenta las idas y venidas a propósito del aumento de isótopos radiactivos producidos por las explosiones que se hicieron a partir de los años ’50 en el marco de la guerra fría. La ciencia trabaja así.
¡A pasarlo bien!